No sé si a ti te pasa lo que
a mi. Cuando leo un periódico en papel que, es algo que antes hacía de manera
habitual y ahora hago en muy contadas ocasiones, suelo tropezarme con noticias
extraordinarias. Hasta el punto que si no fuera porque las veo escritas
pensaría que son tan solo un invento. Suelen ser piezas cortas y situadas como
a desmano que cuentan cosas deliciosas. Ahora mismo acabo de leer una de ellas.
El titular y la foto son bastante sosainas. Por el contrario, lo que explica es
fascinante. Si te gusta viajar en tren y uno de tus sueños es amueblar el salón
de tu casa con cuatro butacas de un vagón, ve sacando la tarjeta de crédito.
Por 200 euros las butacas son tuyas. Tan solo tienes que ir a eBay pujar por
ellas. Es más, si tienes 42.860 euros te puedes comprar un tren. En concreto,
un vagón de la serie 111. Los entendidos te dirán que vale la pena comprar el
convoy entero. Empezando por la locomotora que se cotiza a 15.080 euros y los
vagones de pasajeros que están a 12.405 euros. La subasta la organizan los de
la Generalitat y confían en que será todo un éxito. El factor clave del tema
está en el sentimentalismo que al parecer acompaña a los amantes de los asuntos
ferroviarios. Ver ejemplar haciendo un clik: http://historiastren.blogspot.com.es
Lo cierto es que no es mi
caso. Viajar en tren me produce un inmenso desasosiego. Creo que es porque no
forma parte de mis recuerdos de infancia. Justo lo contrario que me sucede
cuando voy en avión. Otro asunto sería lo de viajar por mar. Eso si que me pone
sentimental L. De hecho, cualquier que haya sentido añoranza del
profundo sentimiento de libertad que supone llegar a tierra con los labios
agrietados por las salpicaduras de las olas que cruzan la cubierta al realizar
una maniobra, sabe de lo que hablo J. Otra cuestión es
que los viajeros de tierra entiendan lo que se siente. Reconozco que existe
algo de locura en eso de pretender ir de un sitio a otro metido en un artefacto
que flota a merced a la voluntad de los vientos. Si lo piensas, es una aventura
disparatada. Hasta que te sucede lo siguiente.
Cuando sales a navegar,
puede sucederte como cuando lees la prensa escrita. Todo tu ser, todo lo que
sientes, puede quedar eclipsado cuando por ejemplo, al levantar la mirada
descubres un bulto gris flotando en el horizonte. Un bulto que, de repente,
cobra vida. Un bulto inmenso que se desplaza con una lentitud asombrosa. Tanto
que piensas que no es nada. Que es tan solo la sombra de una ola. Hasta que,
cuando menos te lo esperas, detectas un sonido familiar que procede de ese
bulto. Es un suspiro. Entonces, descubres con asombro que ese bulto gris es una
ballena. Lo que sucede a partir de ahí es bien sencillo. El sonido de ese
suspiro te acompañará allá por donde vayas. https://www.youtube.com/watch?v=SCrgGPQJ-hc
A partir de ahí vivirás
atrapado en la felicidad instantánea de navegar por los océanos y los mares.
Los de agua y los de tierra. Porque, con o sin océanos de por medio, todos
podemos intentar lo que vamos a llamar un imposible. En todos nosotros existe
ese descubrimiento: vivir el momento. Ya sea al leer el periódico, o al
embarcar rumbo a nuevas aventuras. Todos sabemos que, cuando menos nos lo
esperamos y de la manera mas insospechada, algún día embarcaremos rumbo a la
aventura. Una vez allí tan solo es cuestión de tiempo el que todo cobre
sentido. Lo sabrás porque escucharás algo parecido al "suspiro de una
ballena". Es la magia que tiene respirar largo y profundo, te serena y te
centra. Se produce un silencio completo, vacío, que hace que todo el exterior
pierda razón de ser, porque tu estás ahí, conectado y viviendo ese silencio.
Esa armonía. Entonces todo cobra sentido.
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